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Arquitectura Backend para Frontend (BFF)

En el desarrollo de software moderno, el cambio hacia los microservicios, las arquitecturas nativas de la nube y una gama cada vez mayor de dispositivos cliente (aplicaciones móviles, aplicaciones web, IoT, etc.) ha hecho necesarios nuevos paradigmas arquitectónicos.

· 6 min de lectura
Arquitectura Backend para Frontend (BFF)

Uno de los patrones más destacados que ha surgido es la arquitectura Backend for Frontend (BFF).

A medida que las aplicaciones se vuelven más distribuidas, la necesidad de adaptar los servicios de backend a las necesidades individuales de los clientes se ha vuelto crítica para ofrecer experiencias de usuario rápidas, mantenibles y seguras.


¿Qué es la arquitectura Backend for Frontend (BFF)?

En esencia, Backend for Frontend es un patrón de arquitectura que proporciona una capa backend dedicada para cada interfaz frontend. Cada frontend (por ejemplo, aplicación móvil, aplicación web, dispositivo inteligente, etc.) puede tener diferentes necesidades de rendimiento, datos e interacción.

En lugar de basarse en una única API monolítica o generalizada, un BFF adapta el backend a las necesidades específicas de un determinado frontend.

CPU
1 vCPU
MEMORIA
1 GB
ALMACENAMIENTO
10 GB
TRANSFERENCIA
1 TB
PRECIO
$ 4 mes
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En esencia, para cada cliente o grupo de clientes (como móviles o web), se construye un backend independiente que:

  • Consolide u orqueste las llamadas a varios servicios.
  • Prepara los datos en un formato adecuado para el cliente.
  • Gestione la lógica específica vinculada al frontend.

Esto permite una separación de preocupaciones, lo que facilita la optimización de cada backend para el caso de uso específico del cliente.

Cómo funciona BFF

  1. Peticiones del cliente: El cliente (móvil, web, etc.) realiza una solicitud a su BFF correspondiente.
  2. Capa BFF: El BFF consolida los datos de múltiples microservicios, realiza cualquier transformación u optimización y responde con una respuesta a medida.
  3. Microservicios: El BFF interactúa con los servicios subyacentes (por ejemplo, servicio de usuario, servicio de pedidos, etc.).

Arquitecturas tradicionales frente a BFF

Tradicional VS BFF 

En las arquitecturas tradicionales, una única pasarela de API suele gestionar solicitudes de distintos clientes (por ejemplo, web, móvil, IoT). Aunque una pasarela de API es excelente para enrutar solicitudes, añadir autenticación y limitar la velocidad, carece de la flexibilidad necesaria para gestionar necesidades específicas del frontend, como:

  • Modelos de datos a medida para diferentes aplicaciones cliente.
  • Optimizaciones de rendimiento especializadas para redes móviles lentas.
  • Gestión de orquestación compleja entre servicios para frontales específicos.

El enfoque monolítico de la API a menudo conduce a una sobrecarga (demasiados datos) o a una infracarga (muy pocos datos), lo que obliga a los clientes a realizar múltiples viajes de ida y vuelta para recopilar la información necesaria.

BFF resuelve este problema separando los backends, lo que garantiza que cada cliente reciba exactamente lo que necesita.

Por qué BFF es la superestrella de la arquitectura moderna

¿Qué convierte a BFF en la estrella de la arquitectura de backend?

  • Experiencias de usuario a medida: Cada frontend -ya sea una aplicación móvil, un ordenador de sobremesa o un dispositivo wearable- recibe exactamente los datos que necesita, sin desorden adicional. Es como tener un traje de la talla perfecta para cada ocasión.
  • Complejidad reducida: El BFF simplifica las cosas personalizando cada backend, lo que garantiza experiencias fluidas en todas las plataformas.
  • Mejora del rendimiento: Las BFF son turbocompresores para tu aplicación. Al reducir las llamadas innecesarias a la API, garantizan respuestas más rápidas y usuarios más satisfechos.
  • Desarrollo más rápido: Cuando los equipos trabajan en diferentes BFFs para cada frontend, pueden avanzar más rápido sin pisarse unos a otros. Es como tener varios chefs en la cocina, cada uno dominando su propio plato.
  • Mayor seguridad: Dado que el BFF controla toda la interacción con el backend, puede aplicar estrictas medidas de seguridad, como la validación de tokens, la validación de entradas y la limitación de tasas, lo que hace que el sistema sea más seguro.

¿Cuándo utilizar el BFF?

Aplicaciones multiplataforma - Para las empresas que crean aplicaciones multiplataforma (web, móvil, dispositivos inteligentes), BFF permite que cada plataforma obtenga una experiencia a medida.

Orquestación de microservicios - En una arquitectura de microservicios, los clientes pueden necesitar obtener datos de varios servicios (por ejemplo, servicio de usuario, servicio de pedidos, servicio de inventario).

BFF puede actuar como el orquestador que reúne los datos necesarios de varios servicios y los presenta como una respuesta coherente al cliente.

Optimización de API heredadas - Al migrar a microservicios o utilizar sistemas heredados, un BFF puede ayudar a enmascarar las complejidades de la arquitectura subyacente.

Proporciona una interfaz moderna para el frontend sin dejar de interactuar con sistemas antiguos.

Retos y consideraciones (no todo es sol)

Aunque el BFF aporta muchas ventajas, también plantea algunos problemas:

  1. Mayor sobrecarga de mantenimiento: Tener que mantener varios backends (uno por frontend) puede aumentar la complejidad. Esto requiere medidas adicionales de supervisión, escalado y seguridad.
  2. Problemas de coherencia: Si no se diseña con cuidado, tener distintos backends puede provocar incoherencias en los datos devueltos por distintos clientes.
  3. Cuellos de botella en el rendimiento: La capa BFF podría convertirse en un cuello de botella de rendimiento si no está optimizada para gestionar numerosas solicitudes o si realiza cálculos pesados.

Mejores prácticas de implementación

Al implementar una arquitectura BFF, tenga en cuenta lo siguiente:

  1. Limitar la lógica de negocio en el BFF: El BFF debe centrarse principalmente en orquestar y formatear datos para el frontend, no en implementar lógica de negocio compleja.
  2. Utilizar caché: Para mejorar el rendimiento, especialmente para clientes móviles, puede almacenar en caché respuestas comunes en la capa BFF.
  3. Gestión de errores: Centralice la gestión de errores y el registro en el BFF para evitar problemas de cara al cliente.
  4. Seguridad: Proteja el BFF aplicando autenticación, autorización y limitación de velocidad en el nivel BFF para proteger sus servicios backend.

Casos de éxito de BFF en el mundo real

  • Netflix: La arquitectura BFF está detrás de la experiencia fluida entre dispositivos de Netflix. La aplicación móvil sólo extrae datos ligeros, mientras que la aplicación de escritorio obtiene información más detallada para una funcionalidad más rica.
  • Spotify: Tanto si utilizas tu teléfono, tableta o altavoz inteligente, la arquitectura BFF de Spotify garantiza que cada dispositivo reciba datos optimizados, asegurando que tu experiencia musical sea rápida y fluida en todas las plataformas.

Conclusión: BFF: el secreto de una experiencia de usuario impecable

La arquitectura Backend for Frontend cambia las reglas del juego. Permite a los desarrolladores ofrecer exactamente lo que necesita cada interfaz de usuario, ni más ni menos. Aunque la gestión de varios BFF puede añadir complejidad, el aumento del rendimiento y la flexibilidad merecen la pena.

Tanto si está escalando una aplicación web, una aplicación móvil o un dispositivo IoT, BFF podría ser la salsa secreta que le faltaba.

Así que, la próxima vez que esté diseñando la arquitectura de una aplicación, piense en BFF: su chef personal, que le servirá exactamente lo que necesita cada aplicación, con estilo.

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